domingo, 23 de octubre de 2016

Creado Por

-Libia  Montaño 
-Yuli Medina
-Lizeth Espinosa

DEL COLEGIO:
Maria Mercedez Carranza.
De el curso 703 Jornada Mañana.
Para el proyecto de gestion social y comunitaria.

Historia De Jamey

Jamey murió a los 14 años. Se suicidó porque no soportó que lo discriminaran a diario en su escuela por ser gay.

La gente no se pone a pensar que un simple comentario puede arruinarle la vida a alguien. Él se suicidó; pero todas las personas que se reían de él y lo discriminaban también lo fueron matando. De a poco. Hasta que le quitaron su vida y su mente se hizo pedazos. Jamey se cansó de pedir ayuda, inclusive grabó videos y los blogueaba en Tumblr pidiendo un poco de solidaridad.
Confesaba que él no tenía amigos varones porque todos los discriminaban, seguramente pensaban que la homosexualidad era algo contagioso o quizás tenían miedo que los trataran también como gays.

El 9 de setiembre pasado él escribió en su blog: “Yo siempre digo que soy muy discriminado, pero nadie escucha. ¿Qué tengo que hacer para que la gente me escuche?”. En en el mes de mayo, él estaba mejorando anímicamente porque ya no lo molestaban tanto, y destacó que gracias a la contención que recibía online él estaba aflorando. Lamentablemente su situación empeoró nuevamente y él no lo toleró.

Historia De Luisa

Luisa tenía 23 años cuando se gradúo de la carrera de arquitectura en una de las universidades más importantes de México. Fue reconocida como una de las mejores estudiantes de su generación, obteniendo mención honorífica y varios reconocimientos por las actividades extracurriculares que realizó a lo largo de su carrera. Se sentía segura de que el mundo profesional la recibiría con los brazos abiertos al graduarse. Tenía la juventud y el talento para triunfar. En la primera entrevista de trabajo se enfrentó con que la realidad era muy diferente. Envío su currículo a una reconocida empresa regiomontana, para participar en el proyecto del diseño de un parque de diversiones. Se emocionó cuando supo que su entrevistador sería uno de los dueños; eso parecía una buena señal. Al llegar, el hombre se comportó con frialdad y después de preguntarle acerca de su promedio escolar, sus experiencias laborales y demás datos le dijo: -¿Sabías que las mujeres, sobre todo las recién graduadas, son muy inestables? Luisa se sorprendió por esa pregunta totalmente inesperada y no supo realmente qué contestar. -No- dijo, totalmente contrariada. -Pues sí, en realidad las mujeres no toman en serio el trabajo- agregó el hombre, mientras se acomodaba la corbata- sólo piensan en casarse y cuando al final lo logran te dejan el puesto así como si nada. -Que una mujer quiera formar una familia no significa que no le importe su trabajo. Se pueden hacer ambas cosas- defendió Luisa, ya bastante indignada. -Por eso yo prefiero contratar hombres- expresó el accionista, como si no hubiera escuchado lo que la joven había dicho- ellos sí son leales y responsables. Sobre todo si son padres de familia, se comprometen totalmente con el trabajo. Por cierto ¿tienes novio? ¿Qué se supone que debo contestar?, pensó Luisa. Lo dudó un momento y finalmente, dijo con firmeza. -Sí y también tengo una preparación universitaria, el reconocimiento de mis maestros y muchas ganas de trabajar. Luisa se armó del todo el valor que tenía y agregó: -Agradezco mucho su tiempo, pero ya no estoy interesada en la vacante, con su permiso- y salió disparada de la oficina. ¿Hizo bien? Cuando les contó a sus amigas lo que había pasado, hubo varias opiniones. Su mejor amiga la apoyó totalmente. ¿Para qué quieres trabajar en un lugar en el que el dueño piensa eso de las mujeres?, le decía. Mejor que te lo ahorraste. Pero otra amiga, le confesó, un tanto entristecida: -Es que así es, Luisa. Todavía hay mucho machismo en el campo profesional. No hay de otra más que aguantarse y aprender a tolerarlos. Porque si sigues poniéndote así ¿dónde vas a conseguir trabajo? Fue entonces que Karla, la más joven de sus amigas, le dijo: -Deberías demandarlo. -Ni al caso- dijeron las otras. -Claro que sí- insistió la primera- la discriminación contra la mujer está penada por la ley. Nos protege la constitución, derechos humanos y un montón de organizaciones no gubernamentales que se especializan en la defensa de los derechos de la mujer. -Pero, ¿para qué, si no hacen nada? -Las que no hacemos nada somos nosotras- señaló Luisa. Mientras sigamos aguantándonos este tipo de cosas, los hombres y el mundo no va a cambiar. Es lo mismo que sucede con las mujeres que son maltratadas por sus esposos y novios: se callan, se aguantan. Segura de sí misma, fuerte y decidida, Luisa concluyó: -El valiente vive hasta que el cobarde quiere, y nosotras, ya no somos cobardes.

Historia De Tyler Clementi

En Nueva York un estudiante gay se quitó la vida después que publicaran un video de él en Facebook teniendo sexo con otro hombre. Los dos jóvenes que lo subieron a la red social, Dharun Ravi y Molly Wei, ambos de 18 años, fueron acusados de violar la vida privada y por eso pagarán con cárcel la muerte de la víctima.
Tyler Clementi (18), un violinista destacado que cursaba primer año en la Universidad de Rutgers, en Nueva Jersey, publicó esta semana en su página de Facebook: "Voy al saltar del puente gw, lo lamento" y lo hizo realidad al arrojarse al río Hudson desde el puente George Washington que une Nueva York y Nueva Jersey. Todo comenzó el nueve de septiembre con el tweet que escribió Dharun Ravi en su Twitter: "Mi compañero de habitación me pidió el cuarto hasta la medianoche. Encendí la cámara web y fui a lo de Molly. Fue ahí que lo vi manoseándose con otro chico".
Dharun Ravi, compañero de pieza de Tyler, y Molly Wei publicaron esa grabación en el sitio iChat y todavía no se sabe cuántas personas lo vieron. La asociación de defensa de los derechos homosexuales "Garden State Equality", denunció hostigamiento hacia Tyler. El 40% de los jóvenes estadounidenses considera que es víctima de algún tipo de maltrato en Internet. Esta noticia acaparó las portadas del jueves 30 de septiembre en Nueva York.